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La coyuntura que vive el mundo actualmente sobre la emergencia sanitaria que ha causado el Covid-19 ha pausado muchas industrias y ha llevado a algunas otras a tomar medidas que jamás habían contemplado. Una de ellas es el trabajo remoto, una tendencia que en algunos sectores como el digital, ha tomado mucha fuerzo en los últimos años. Pero, ¿cuáles son realmente los beneficios del Home Office para las empresas?, ¿qué implicaciones tiene a nivel organizacional?
Por muchos años, las empresas han funcionado bajo la idea de que la presencia de un trabajador en las instalaciones de la organización significa en sí la realización de una o varias tareas. Esto se debe, en gran parte, a que seguimos la tradición de los trabajos manuales y artesanales que se realizaban (y todavía se realizan) en las fábricas. Sin embargo, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han permitido, por un lado, el nacimiento de nuevos empleos, y por el otro, la creación de nuevas opciones de flexibilidad laboral.
En la actualidad es completamente posible hablar de trabajo en casa, de tener a un empleado vinculado por nómina a una empresa y que realice sus laboras diarias de forma remota. Sin embargo, implica que la empresa cambie la forma en la que entiende la productividad de sus colaboradores. En vez de tiempo (representado en horas laborales), son resultados lo que deben tener en cuenta los líderes empresariales a la hora de evaluar a sus trabajadores.
Este cambio no solo debe realizarle en la mente de los líderes, debe estar impreso en la filosofía de la empresa y, por consiguiente, en su estructura interna. Para muchos expertos, esto debe hacerse de forma paulatina y no significa que las empresas deban lanzarse de cabeza a una modalidad que representa un cambio de paradigma en sus modos de operar, a pesar de que justamente muchas organizaciones hayan tenido que hacerlo como medida de contingencia dadas las cuarentenas que se han declarado en múltiples países.
Otra de las implicaciones del Home Office es la relación entre productividad y gastos. Mientras muchos expertos opinan que la flexibilidad laboral y la oportunidad de trabajar desde un espacio que se siente cómodo como el hogar pueden detonar la creatividad y la productividad en los empleados, otros resaltan los beneficios en costos que esto representa para las empresas
En cuanto a esto último, es de considerar que si bien tener empresas con salar de estar, gimnasios y muchas comodidades similares es una garantía de bienestar para los trabajadores, muchos expertos opinan que no hay nada que se compare con la libertad de manejar el tiempo propio en la comodidad del hogar, evitando los traslados y el uso de transporte público que, lastimosamente, es tedioso en casi todas las ciudades del mundo.
Esto, además de ser una gran comodidad para los trabajadores, es una forma de confianza y responsabilidad que se traduce, según muestra la experiencia, en mucha responsabilidad con la empresa.
Las empresas que vean en esta crisis la oportunidad de hacer una —forzosa— transición al trabajo remoto deberán tener en cuenta que en la mayoría de los países esta modalidad de trabajo cuenta con reglamentación propia y que deberán tenerlo en cuenta dentro de sus planes de contingencia durante la cuarentena.
La ley que regula el teletrabajo en Colombia, por ejemplo, es la 1221 del 2008 y establece el reconocimiento de esta modalidad en el país. Además, incluye las garantías laborales, sindicales y de seguridad social para los trabajadores en esta modalidad. Adicionalmente, se encuentra el decreto 884 de 2012, que especifica las condiciones laborales bajo las cuales se debe implementar el teletrabajo en las empresas.
Como en Colombia, los demás países latinoamericanos cuentan con normas claras sobre la forma en la que las empresas deben manejar el teletrabajo al interior de sus organizaciones.
¿Es el momento de hacer por fin el cambio a nuevas modalidades de empleo?, ¿llegó la hora de que las empresas hagan la transición a nuevos paradigmas?
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