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En septiembre del 2018, Jack Ma, uno de los empresarios asiáticos más influyentes, indicó que la guerra comercial entre China y Estados Unidos podría durar hasta 20 años y sería un desastre para los dos países debido a que el impacto es negativo e inmediato.
Es un conflicto que tiene consecuencias no solo a nivel de las dos mayores economías del planeta, sino que afecta a los empresarios de muchas otras regiones. Pero ¿Cuál es el impacto que ya se ha visto? y ¿qué se espera en el futuro?
Estados Unidos comenzó a aplicar tasas arancelarias a una larga lista de productos chinos desde plásticos, reactores nucleares hasta chips semiconductores; que según el Instituto Petersen de Economía Internacional son productos que en un 90% son elaborados por productos intermedios o bienes de capital. Es decir, que los aranceles impactan a otros bienes que también pueden ser comercializados fuera de EE.UU.
Por otra parte, el país asiático, que es el mayor socio comercial de Estados Unidos, reaccionó con imposiciones similares, pero enfocado en el sector automovilístico, la industria agrícola, el carbón, el petróleo y productos médicos. Como resultado de ello, el 85% de las exportaciones americanas a China están gravadas y más de la mitad de las exportaciones del gigante asiático a EE.UU.
Como la industria tecnológica depende en gran medida de la cadena de suministro y de la innovación global es el sector que más sufre a causa del conflicto, debido a las tasas que se le han impuesto a los chips semiconductores, que son necesarios para productos como televisores, computadores, celulares y vehículos.
Además, Estados Unidos acusa a la empresa china Huawei de espiar a los estadounidenses y al Gobierno chino de no evitar el robo de propiedad intelectual y de que los socios occidentales obliguen a la transferencia de tecnología. Esto se da por el surgimiento de las empresas tecnológicas chinas en la economía global, que han desplazado a las estadounidenses que por mucho tiempo dominaron el mercado y que quieren mantenerlo sobre las redes y servicios 5G.
De acuerdo con la XXII Encuesta Mundial de CEO´s de la firma PwC, en la que se entrevistó a 1.378 directivos de todo el mundo, el 88% de los presidentes y directores ejecutivos están extremadamente preocupados por las consecuencias de la guerra comercial entre las dos mayores economías. Las expectativas no son favorables gracias a las tensiones comerciales, al auge de los nacionalismos, el populismo, la incertidumbre política, el proteccionismo y la excesiva regulación.
Por otra parte, la Agencia de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas advierte que la guerra tendrá consecuencias masivas para el comercio mundial y podría desencadenar una desaceleración económica.
En gran medida, las economías latinoamericanas están ligadas al desarrollo empresarial de las dos potencias. Y el comportamiento de los precios de las materias primas es uno de los factores más importantes para el crecimiento de la región.
Por lo tanto, con la desaceleración en la economía de China, y si este país y Estados Unidos tienen un crecimiento menor durante el 2019, se puede reducir la demanda de materias primas afectando a las economías exportadoras como América Latina y África.
Además, debido al alza de los aranceles en los productos derivados de metales como el acero y aluminio y la sobreoferta en los últimos años, los exportadores de la región se verían fuerte mente afectados.
La guerra comercial entre China y Estados Unidos es uno de los principales retos que deben enfrentar las empresas a nivel global durante este año. Y si como indica el secretario estadounidense de comercio, Will Ross, las dos potencias están lejos de resolver el conflicto, pero buscan llegar a un acuerdo, los empresarios podrían contar con un panorama un poco más claro para tomar decisiones que favorezcan o mitiguen el impacto sobre sus empresas.
Fuentes:
https://www.dinero.com/internacional/articulo/no-se-resuelve-la-guerra-comercial-entre-china-y-estados-unidos/266466
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-45556704